36 CIVILES murieron y 72 resultaron heridos ayer, en el suroeste de Nepal, cuando una mina estalló al paso del autobús en el que se desplazaban. Según el Gobierno nepalí, fue un explosivo accionado a distancia por insurgentes de la guerrilla maoísta, que llevan a cabo una ofensiva desde que el rey Gyanendra disolvió el Gobierno y asumió el poder, el pasado 1 de febrero. Los rebeldes no se han atribuido aún el ataque.