En un momento en que los países europeos se plantean nuevas medidas para afrontar la amenaza planteada por el terrorismo integrista, el ministro alemán del Interior, el cristianodemócrata Wolfgang Schäuble, prendió la mecha de un encendido debate dentro y fuera de su país, declarándose partidario de las ejecuciones selectivas de presuntos terroristas, de una forma similar a como lo hace Israel con los cabecillas de Hamás en los territorios palestinos. En declaraciones a Der Spiegel , Schäuble aireó la posibilidad de introducir cambios en la Constitución alemana que permitan la neutralización de terroristas con métodos tan expeditivos.

"Imaginaos que alguien supiera en qué gruta se esconde Osama bin Laden; podríamos dispararle un misil teledirigido para asesinarle", indicó Schäuble. "Debemos clarificar si nuestro Estado de derecho basta para hacer frente a las nuevas amenazas del terrorismo", indicó el ministro al semanario, antes de recordar: "Los problemas jurídicos se extienden hasta casos tan extremos como el de la ejecución".

UNA LUCHA NO CLASICA La propuesta forma parte de un amplio paquete de medidas presentadas por Schäuble para afrontar una lucha que, en su opinión, "no se puede dirimir con métodos policiales clásicos". En este sentido, el ministro desea introducir la figura del "delito de conspiración" al igual que en EEUU, al tiempo que se plantea "tratar como combatientes a aquellos que constituyan una amenaza e internarlos". También pretende establecer mecanismos para impedir que los supuestos terroristas tengan acceso a móviles y a internet.

La propuesta parece lanzada a modo de globo sonda de los conservadores, partidarios de endurecer la lucha antiterrorista. El SPD, socio en la coalición del Gobierno de Angela Merkel, puso el grito en el cielo, por boca de su secretario general, Hubertus Heil, quien instó a la cancillera a pronunciarse sobre las propuestas de Schäuble "de forma clara".

TABUS DEL PASADO ROTOS Merkel es partidaria de un mayor control sobre los ciudadanos y de asignar al Ejército tareas policiales dentro del país, un asunto tabú desde la fundación de la República Federal Alemana tras la experiencia del régimen nazi.

Las propuestas de Schäuble han desatado una agria discusión, en la que no faltaron declaraciones en tono alarmista de algunos dirigentes. "Sería como guantamenizar la política interior alemana", apuntó el presidente del Partido Liberal, Guido Westerwelle. El jefe del Grupo Parlamentario Socialdemócrata, Peter Struck, afirmó que las medidas antiterroristas "no son extrapolables a la coalición", dando a entender que la alianza gubernamental saltaría si llegan a debatirse. Las únicas opiniones favorables procedieron de dirigentes locales pertenecientes a las filas cristianodemócratas.