El Reino Unido siempre ha primado su relación transatlántica con Estados Unidos, anteponiéndola a los intereses con Bruselas, y el nuevo Gobierno británico no ha cambiado de dirección. William Hague se estrenó como ministro de Exteriores en Washington, cerrando filas con Hillary Clinton en torno a la situación en Afganistán y el programa nuclear iraní. Hague había hablado la semana pasada de una relación "sólida pero no esclava" con la Administración estadounidense. Ayer, no obstante, el ministro subrayó que la alianza es "inquebrantable".

En su primer encuentro con la jefa de la diplomacia estadounidense, Hague dejó claro su compromiso de que las tropas británicas permanecerán en Afganistán el tiempo que sea necesario. El Reino Unido desea acelerar el entrenamiento de la policía y el Ejército afganos, para que sean quienes asuman las tareas de seguridad en el país. A Cameron le gustaría que la retirada se produjera antes de concluir su mandato, pero Hague ya ha dicho que Londres no se atará las manos con una fecha concreta. Ayer afirmó que los soldados regresarán "cuando concluyan su trabajo", pero pidió también que Kabul cumpla sus compromisos, mientras que Clinton dio las gracias por la contribución del Reino Unido.

SANCIONES A IRAN Respecto a Irán, ambos países defienden la misma posición y se han comprometido a seguir trabajando en una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para imponer sanciones al régimen de Teherán por seguir adelante con sus ambiciones nucleares. Hague dijo que Londres presionará a sus aliados europeos para que las sanciones también sean económicas.

El encuentro sirvió para analizar otros asuntos entre los que destacan la crisis de la zona euro, la guerra de Irak y la situación en Oriente Próximo, y para volver a poner de manifiesto la relación "especial" existente entre ambos países. Barack Obama y David Cameron se reunirán por primera vez el mes que viene en Canadá con motivo de la reunión del G-20.

Mientras Hague reafirmaba el vínculo transatlántico, Cameron miraba hacia Europa. Ayer habló por teléfono con el presidente de la Unión Europea (UE), José Manuel Durao Barroso, y le expresó su deseo de "una relación concreta y comprometida" con Bruselas. Cameron se mueve como un equilibrista al frente de su nuevo Gobierno de coalición. Para contrarrestar a su euroescéptico jefe de la diplomacia, ha nombrado como secretario de Estado para Europa al moderado liberaldemócrata David Lidington. La prensa interpreta la designación como una concesión al europeísta Partido Liberal Demócrata de Nick Clegg.

"RETORICA EUROESCEPTICA" Lidington, de 53 años, deberá "contrarrestar la retórica muy euroescéptica" de Hague, valoraba ayer el diario Financial Times. El rotativo The Guardian, por su parte, definió a Lidington "más como un eurorrealista que como un proeuropeo" y subrayó que su nombramiento "pone fin a más de una década de hostilidad tory hacia la UE".