El ministro italiano del Interior, Roberto Maroni, ha asegurado que Italia quiere lograr que sea posible expulsar de los países de la Unión Europea (UE) a aquellos ciudadanos comunitarios que vivan en un Estado miembro diferente al suyo y que no cumplan con los requisitos mínimos fijados por la UE para ello. En una entrevista publicada hoy por el diario "Corriere della Sera", Maroni aplaudió la política de deportación de gitanos que ha emprendido Francia a través de la repatriación asistida y consideró que el país galo ha "copiado a Italia", aunque recalcó que ha llegado el momento de dar un paso más.

Así, el titular del Interior habló de la posibilidad de "expulsar a los ciudadanos comunitarios como sucede con los inmigrantes clandestinos, no de repatriaciones asistidas y voluntarias". Maroni precisó que la medida sería válida tan sólo para los inmigrantes comunitarios que "violaran la directiva que establece los requisitos mínimos para aquellas personas que viven en otro estado miembro: renta mínima, residencia adecuada y no estar a cargo del sistema social del país que les acoge".

Maroni recordó que Italia propuso en el pasado esta medida en Bruselas pero que el comisario europeo de Justicia, Jaques Barrot, se negó por el principio de proporcionalidad, al tiempo que precisó que la única sanción posible para un inmigrante comunitario es la de una "invitación a abandonar el país (de acogida)". Una actuación, ésta última, que según el ministro italiano "sirve para bien poco".

En esta misma línea, Maroni subrayó que el próximo 6 de septiembre "volverá a la carga" sobre la medida durante el encuentro de ministros del Interior de países de la UE que se celebrará en París. Sobre si ha observado un nivel de oposición y critica menor ante la actuación del Gobierno francés a la registrada cuando Italia propuso medidas similares en los últimos dos años, Maroni lo atribuyó a "un viejo prejuicio existente en ciertos ámbitos de la izquierda, de la Iglesia y del asociacionismo".

"Si una cosa la hace (el presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez) Zapatero está bien, si la hace (Nicolas) Sarkozy, en fin, pero si la hace el gobierno (de Silvio) Berlusconi con un ministro de la Liga Norte es necesario atacarle porque seguramente viola los derechos humanos", denunció. Maroni es uno de los líderes de la formación separatista italiana de la Liga Norte, socia en el Gobierno de Silvio Berlusconi y que es considerada xenófoba.

Las críticas a las declaraciones de Maroni no se hicieron esperar y así la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) alertó de que el Gobierno italiano "no puede decidir de forma autónoma sobre una política europea que establece el derecho de asentamiento y de movimiento". El director general de la Fundación Migrantes de la CEI, Gancarlo Perego, así lo manifestó en declaraciones a Radio Vaticana en las que lamentó además que Francia haya seguido el ejemplo de Italia en cuanto a la expulsión de gitanos de su territorio.

Por otro lado, el principal partido de la oposición italiana, el Partido Demócrata (PD) pidió a través de Sandro Gonzi, portavoz de la formación en la Comisión de Justicia de la Cámara de los Diputados, que Maroni explique ante el Parlamento sus declaraciones. Gonzi tachó además de "muy graves" las palabras de Maroni y denunció que "ponen en discusión uno de los principios fundamentales de Europa, la libre circulación de las personas".