Una delegación estadounidense, de la que formaban parte los asistentes de dos senadores y algunos científicos, visitó la controvertida instalación nuclear de Yongbyon durante un periplo de cinco días por Corea del Norte que concluyó ayer. Aunque no era una misión oficial, por primera vez los norcoreanos permiten la entrada de extranjeros en Yongbyon desde la expulsión de los inspectores de la ONU hace más de un año.

La visita fue confirmada ayer en Pekín por John Lewis, profesor de la Universidad de Stanford y jefe de la delegación visitante.