Las imágenes del 11-S recorrieron ayer las mentes de los neoyorquinos tras un importante apagón que afectó a la ciudad de los rascacielos y a otras del noreste de Estados Unidos, como Detroit y Cleveland, y de Canadá.

El corte eléctrico se produjo sobre las cuatro de la tarde (las diez de la noche en España). Las autoridades desconocían al cierre de esta edición las causas del incidente que dejó a centenares de personas atrapadas en el metro y en los ascensores de los edificios. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se apresuró a negar la posibilidad de un atentado. "Puedo decir con un cien por cien de certeza, que, por ahora, no hay pruebas de que se trate de ningún tipo de terrorismo", aseguró.

SUBIDA DE TEMPERATURAS

En esa zona de Estados Unidos y Canadá se registró ayer un incremento de las temperaturas, que alcanzaron los 40 grados centígrados. El calor en esa parte del país trajo consigo un aumento de la demanda de energía por parte de los ciudadanos para los sistemas de refrigeración, pero se desconoce si esa posible sobrecarga pudo contribuir al apagón.