EL REY visitó ayer a los marroquís desplazados a causa del seísmo que el pasado martes causó al menos 572 muertos en Alhucemas. Mohamed VI se trasladó al campamento donde han sido alojados cientos de vecinos de Imzuren, la zona más castigada por el terremoto, y permaneció allí 20 minutos. La situación humanitaria está normalizada, excepto en las aldeas. A. B.