Mohamed VI aprovechó la cumbre que ayer reunió en Túnez a los jefes de Estado y de Gobierno de los 10 países del Mediterráneo occidental, entre ellos el presidente José María Aznar, para avisar de la amenaza terrorista que, a su juicio, supondría para la región la aparición de un Estado saharaui independiente.

Según el rey, o el conflicto se resuelve favorablemente para Rabat o el Sáhara "será un espacio de tensión, que supondrá la mayor amenaza para la seguridad de toda la región, e incluso un santuario activo para el terrorismo". Aznar no habló del conflicto del Sáhara y apostó por "reforzar" la colaboración en la lucha contra el terrorismo, al que tildó de "primera amenaza para la civilización".