Vladimiro Montesinos, el Rasputín del expresidente peruano Alberto Fujimori, se aprestaba anoche a escuchar la sentencia por el primero de los 57 juicios públicos a los que se enfrenta. En esta primera comparecencia ante la justicia, por tráfico de influencias. Los fiscales pedían para Montesinos cinco años de cárcel.

En esta causa también está involucrada su exsecretaria y amante, Jacqueline Beltrán. "Montesinos manejó millones, manipuló políticos, corrompió funcionarios y yo sólo fui una simple secretaria que, por circunstancias del destino, se enamoró", dijo, intentando atenuar la pena de cuatro años pedida para ella.

El exjefe de los espías de Fujimori, capturado hace dos años en Venezuela, no soltó palabra durante el juicio. Algunos analistas creen que Montesinos aún conserva lazos con los tribunales e intenta postergar las causas más "pesadas" (delitos de lesa humanidad, tráfico de armas, enriquecimiento ilícito). El pasado julio, fue condenado a nueve años de prisión por un delito de usurpación de funciones.