El presidente boliviano, Evo Morales, ha afirmado en París que sus relaciones con el Gobierno español y con José Luis Rodríguez Zapatero son "excelentes", a pesar de la polémica creada por la nacionalización de los recursos de hidrocarburos del país latinoamericano. "Zapatero es nuestro aliado y queremos que Repsol siga en Bolivia, pero desde ahora como asociada, y no como patrona y propietaria". Morales ha aplaudido que, a pesar de los problemas derivados de la nacionalización, el Gobierno español haya "asumido el compromiso de anular la deuda bilateral para financiar programas de educación", un paso que pueden dar "otros gobiernos europeos y Japón", según el dirigente. En una entrevista con el diario Le Figaro, a su paso por París, en una visita semiprivada donde no ha sido recibido por ninguna autoridad gubernamental gala, Morales ha precisado que la empresa brasileña Petrobras y la francesa Total se hallan en una situación similar a la de Repsol. "Total, según nuestras informaciones, es la más flexible y la más sensible a las cuestiones sociales. Ahora se trata de negociar con el deseo de llegar a un acuerdo", explicó el líder boliviano, quien recordó que el decreto de nacionalización abre un periodo de 180 días antes de tomar una decisión definitiva.