El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se reunió hoy con el primer ministro palestino, Salam Fayad, en el marco de una gira por Oriente Medio que se ha visto marcada por la polémica que rodeó el encuentro de ayer con su colega israelí, Avigdor Lieberman. Moratinos compareció a primera hora de la mañana ante los medios en Jerusalén con su homólogo francés, Bernard Kouchner, con quien efectúa conjuntamente su actual visita a la región, iniciada ayer. Mientras tanto, los periódicos israelíes relataban cómo Lieberman, líder del partido ultraderechista Israel Beitenu, les había mandado, en el encuentro que mantuvieron anoche, a "resolver conflictos en otra parte del mundo" y advertido de que Israel no será una "nueva Checoslovaquia", abandonada por Europa a las ambiciones nazis antes de la Segunda Guerra Mundial. A preguntas de los periodistas, Moratinos señaló que Lieberman les había llamado esta misma mañana para "excusarse", pero que, en cualquier caso, se trata un miembro del Gobierno con una "visión diferente a la de su primer ministro". "Y el que manda (en Israel) es el primer ministro", dijo en referencia a Benjamín Netanyahu, quien, a diferencia de su controvertido ministro de Exteriores, recibió "muy bien" la "ayuda y colaboración" que le ofrecieron sus dos interlocutores. En la rueda de prensa, celebrada en el consulado francés en Jerusalén oeste, tras un desayuno de trabajo con el primer ministro palestino Fayad, el jefe de la diplomacia española subrayó que "no es la primera vez que los europeos escuchamos que nos tenemos que ocupar de nuestros problemas". "No a todo el mundo le gusta nuestra actuación, que es clara, pero lo más importante es que quienes gobiernan están de acuerdo con nosotros y el primer ministro es el señor Netanyahu, que es quien nos ha animado y nos ha dado luz verde para seguir, e incluso ha sido muy favorable, a la forma en que hemos presentado nuestros informes", explicó. Moratinos resaltó que, si Europa no tuviera "un papel, peso e influencia" en la zona, "quizás nuestro amigo Lieberman no hubiera reaccionado como lo ha hecho", mientras que su colega francés añadió que hay "discursos que se convierten en si mismos en un obstáculo" a la paz. Los dos ministros, que se reunirán a mediodía en Ammán con el rey Abdalá II y luego con el presidente palestino, Mahmud Abás, subrayaron la utilidad de su visita, destinada a impulsar el diálogo de paz entre israelíes y palestinos, iniciado el pasado día 2 de septiembre. El proceso se encuentra paralizado desde que hace medio mes concluyera la moratoria parcial sobre la ampliación de las colonias judías en el territorio ocupado de Cisjordania, por lo que los esfuerzos diplomáticos se centran ahora en encontrar una fórmula que permita a las partes revitalizarlo. "Caminamos hacia la paz, estamos cerca de la paz y cada vez que nos acercamos a decisiones difíciles para hacer la paz es normal que se convierta en más y más complicado, hay que tener más y más valentía política, más capacidad", apuntó Moratinos. Las palabras optimistas contrastaban con el relato en la prensa local del tenso encuentro de anoche entre Lieberman y sus dos colegas europeos. El diario "Israel Hayom" señala que Lieberman mandó "a los europeos a resolver sus propios problemas", en tanto que la edición electrónica del "Yediot Aharonot" habla de que "avergonzó" a sus invitados. "Antes de venir a enseñarnos cómo resolver conflictos aquí, lo que esperaría es que resolvierais los problemas en Europa", les espetó el jefe de la diplomacia israelí. Asimismo, les advirtió: "Nosotros no estamos dispuestos a ser la Checoslovaquia de los años 2000, y seguiremos insistiendo en defender los intereses vitales de Israel". El "Maariv" recuerda la poca "diplomacia" del ultraderechista ministro de Exteriores, que en el poco más de año y medio que ocupa el cargo ha protagonizado numerosos casos que han puesto a la diplomacia israelí en aprietos. Moratinos y Kouchner también se entrevistaron ayer con el presidente, Simón Peres; el titular de Defensa, Ehud Barak; y la jefa de la oposición Tzipi Livni. Esta mañana, tras el encuentro con Fayad, se desplazaron a la ciudad cisjordana de Jericó para inaugurar dos proyectos de cooperación, uno español y otro francés, y luego partir hacia Jordania. El proyecto español es una residencia de ancianos donde además se imparten cursos de capacitación para funcionarios palestinos. En el acto se firmó además un memorándum de entendimiento para la entrega de 30 millones de euros de apoyo presupuestario a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que España había prometido en la conferencia de donantes de París, en 2008, informaron fuentes diplomáticas.