Solo horas antes de que el avión del ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, aterrizara en Kabul, la capital de Afganistán, un atentado terrorista se cobraba la vida de al menos tres civiles cerca de la carretera del acceso al aeropuerto. Una sangrienta bienvenida no solo al político español, sino a mandatarios de todo el mundo que mañana se reunirán en la capital afgana para analizar y trazar un proyecto de futuro.

Pese a la fragilidad en materia de seguridad, Moratinos aseguró que España no escatimará esfuerzos políticos, financieros y de cooperación para avanzar en la ayuda al país asiático. Un mensaje que el titular de Exteriores español trasladó al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, en la reunión mantenida ayer por la tarde tras visitar a las tropas españolas, así como los distintos proyectos de cooperación que España desarrolla en Qala-e-Naw, en la provincia de Badghis, al sur del país.

CONTROLAR LA SITUACION Posteriormente, Moratinos, que animó a "perseverar" en la estrategia de la afganización , tenía prevista una cena de trabajo con el general norteamericano David Petreaus, que está al mando de las tropas de EEUU y la OTAN en el país afgano, para rubricar el compromiso español. El proceso tiene como meta la cesión paulatina del control del país a las autoridades locales y que tiene un calendario de inicio de la retirada, según los planes establecidos por EEUU, en julio del 2011.

En su primera visita a la nueva base Ruy González de Clavijo, de Qala-e-Naw, el ministro Moratinos trasladó a las tropas y a los cooperantes un mensaje de ánimo y el convencimiento de que la población local valora su labor. El titular de Exteriores no dudó en vestir el longui (turbante de gala) y el chapan marrón (manto de mando) que el gobernador de la localidad le regaló para poder participar una asamblea tradicional afgana.