Rusia anunció hoy que convocará para marzo una conferencia extraordinaria de la pos-soviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), que fue abandonada recientemente por Georgia, para acometer su reforma. "Ya he empezado las consultas con los otros países miembros. Estamos recibiendo información de los líderes sobre cómo ellos ven la modernización de la CEI", aseguró Ígor Shuválov, viceprimer ministro ruso, según las agencias rusas.

Shuválov recordó que la organización, que agrupó tras la caída de la URSS a doce de las quince repúblicas ex soviéticas, "no debía permitir la repetición del escenario yugoslavo". "Ya hemos empezado el trabajo para activar la cooperación económica entre sus miembros y ya está preparado el borrador del acuerdo sobre zonas de libre comercio", apuntó. El funcionario añadió que una de las prioridades de cara a los próximos años es unificar la legislación para facilitar la circulación de capital por toda la región.

Rusia reconoce que la CEI jugó un papel fundamental en el "divorcio civilizado" entre la Unión Soviética y las repúblicas que la componían, pero no se ha consolidado como una organización internacional influyente en el mundo. Georgia se convirtió en agosto de 2009 en el primer país en abandonar la CEI debido al reconocimiento un año antes por el Kremlin de la independencia de las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur.

Bielorrusia y las repúblicas centroasiáticas de Kazajistán y Kirguizistán apoyan la reforma de la CEI para promover la integración económica, pero otros países no la ven con buenos ojos. Además, Ucrania se ha mantenido bastante al margen del funcionamiento de la organización desde la Revolución Naranja de 2004, que aupó al poder al pro-occidental Víctor Yúschenko. Al igual que Moldavia, que acusa a Moscú de apoyar a los separatistas de Cisdniéster, y Azerbaiyán, que está enfrentado al principal aliado del Kremlin en el Cáucaso, Armenia, por la soberanía del enclave de Nagorno Karabaj.