Vladimir Putin sólo revelará en el último momento si viaja o no a Nueva York para participar en la votación de la resolución sobre Irak propuesta por EEUU, Gran Bretaña y España. "Técnicamente, todo está preparado para que el presidente viaje a Nueva York, pero no habrá confirmación oficial hasta el último momento", indicó a este diario un portavoz del Ministerio de Exteriores ruso.

El Kremlin se niega a oficializar, por ahora, el viaje del presidente ruso, en parte porque Putin parece tener en sus manos la clave de la próxima votación en el Consejo de Seguridad. La presencia del líder ruso sería vital para el llamado eje de la paz, ya que casi automáticamente garantizaría la del presidente francés, Jacques Chirac, y la del canciller alemán, Gerhard Schröder. Este último ha precisado que irá a Nueva York sólo si otros líderes le acompañan en el viaje. Para Francia, la presencia de Putin significaría no vetar en solitario.

El titular de Exteriores ruso, Igor Ivanov, confirmó ayer mismo desde Teherán que la iniciativa de París, que propone a los líderes de los países miembros permanentes del Consejo de Seguridad plantar cara a los planes belicistas de Washington, Londres y Madrid y votar en persona el nuevo proyecto de resolución, "merece consideración, y la estamos estudiando".

Putin, a diferencia de Chirac y de Schröder, aún no ha hablado en público de sus planes. Según el servicio de prensa del Kremlin, los tres han concertado en los últimos días una línea de conducta ante el Consejo de Seguridad. Pero lo que Putin pudo haber prometido a ambos líderes se ha mantenido en secreto.

Un Consejo de Seguridad en el que estén presentes los líderes del frente antibélico condicionaría los planes de los países partidarios de la guerra, cuya actuación también dependerá de si Putin viaja o no. Si los líderes ruso, francés y alemán viajan a Nueva York, el primer ministro británico, Tony Blair, no tendrá otra opción que asistir a la votación. A su vez, si Blair decide levantar en persona la mano para bendecir la guerra, lo más posible es que José María Aznar le acompañe. El único que ha descartado ir es el presidente de EEUU, George Bush.

Sin embargo, algunos observadores rusos advirtieron de que la actuación de Putin ante el Consejo puede resultar muy distinta de la que tendría Ivanov, que en varias ocasiones ha reiterado que "si hay votación, Rusia votará contra la resolución".