Las autoridades rusas levantaron ayer el primer obstáculo importante a la misión de los agentes de Scotland Yard que viajaron a Moscú para investigar el envenenamiento del exagente de los servicios secretos rusos Aleksandr Litvinenko, que murió en Londres el 23 de noviembre.

El Servicio Federal Penitenciario (SFP) descartó la posibilidad de un encuentro entre los agentes británicos y Mijail Trepashkin, un excoronel del espionaje ruso encarcelado desde el 2004 por divulgar secretos de Estado. "No dejaremos que nadie sentenciado por desvelar secretos de Estado continúe siendo una fuente de información para servicios especiales de estados extranjeros", dijo un portavoz del SFP.

ARRESTO IMPOSIBLE Paralelamente, el fiscal general, Yuri Chaika, destacó que Rusia no extraditará a posibles sospechosos del envenenamiento, incluso si los detectives británicos presentan pruebas fidedignas. "Si quieren detenerlos, será imposible. Son ciudadanos de Rusia y podemos abrir una causa criminal contra ellos aquí", indicó. Según Chaika, los agentes británicos tendrán que pedir a sus homólogos rusos que interroguen a los testigos para ellos, aunque podrán asistir a los interrogatorios.

Trepashkin, antiguo compañero de servicio de Litvinenko, le advirtió recientemente a través de un correo electrónico de "un acto de venganza" por parte de un "grupo muy serio" controlado por el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB). Según Trepashkin, los servicios secretos rusos estaban preparando un complot para aniquilar a Litvinenko, así como al exmagnate mediático ruso Boris Berezovski, exiliado en Londres.

La versión de Trepashkin coincide con la de los servicios secretos británicos, que están convencidos de que el envenenamiento de Litvinenko fue obra del FSB, según publicó ayer The Times .

LA REUNION DEL MILLENNIUM Los nueve detectives de Scotland Yard llegaron el pasado lunes a Rusia para entrevistar a varias personas en relación con la misteriosa muerte de Litvinenko, que falleció a causa de una alta dosis de polonio-210. Entre ellos están los exagentes del FSB Andrei Lugovoi y Dmitri Kovtun, que se reunieron con Litvinenko en el Hotel Millennium de Londres el 1 de noviembre, el día que este último se sintió enfermo. Tanto Lugovoi como Kovtun afirmaron ayer que los médicos encontraron rastros de polonio en sus cuerpos.

"Mínimas" trazas de polonio- 210 fueron halladas ayer en el estadio del Arsenal. Expertos británicos examinaron también la Embajada del Reino Unido en Moscú en busca de rastros de radiación. Lugovoy se entrevistó con el ministro consejero de la embajada británica en la sección consular el 24 de noviembre.