Extorsión, venta de armas, secuestros y asesinatos por encargo. Estos fueron ayer los cargos formulados por las autoridades rusas contra cuatro coroneles de la Dirección General de la Policía de Moscú (GUVD), máxima estructura policial en la capital rusa. Los cuatro fueron detenidos el pasado lunes en una operación sin precedentes, que duró varios meses y desmanteló la banda criminal organizada por los policías.

Entre los arrestados está también un general del Ministerio de Situaciones de Emergencia. Los agentes del Gobierno encontraron varios depósitos de armas en residencias suburbanas de los oficiales.

Según las autoridades, las fincas, valoradas en tres millones de euros, tienen piscinas, pistas de tenis y retretes dorados. La policía confiscó más de tres millones de euros, varios kilos de oro en barras, coches de lujo, drogas y explosivos.