Unos 400 presos están implicados en unos graves altercados desencadenados ayer en la prisión de Ashwell, que alberga a 600 reclusos, y que está situada en el centro de Inglaterra (Reino Unido). La Policía ha fijado un perímetro de seguridad de tres kilómetros en torno al centro penitenciario, que encierra a reclusos de categoría C. Los presos en la cárceles ingleses se dividen en categorías A, B, C y D, referidas a un orden descendente de peligrosidad.

Una portavoz del Servicio de Prisiones calificó el suceso de "indisciplina concertada" relacionada con "varios presos". Según la BBC, algunos presos fueron sacados del centro penitenciario en furgones policiales, mientras un helicóptero sobrevoló la zona.

Al parecer, algunos presos "quemaron cosas", dijo el padre de un interno que recibió una llamada de su hijo. El presidente de la Asociación de Funcionarios de Prisiones, Colin Moses, indicó que su asociación ya había advertido del riesgo de altercados debido a los recortes presupuestarios, el aumento de la población penitenciaria y la reclusión de presos en cárceles de categorías inadecuadas.