Tras la llegada del primer envío de material humanitario realizado por Intermón Oxfam a Puerto Príncipe, la devastada capital de Haití, los efectivos de esta oenegé, cuya sede en la ciudad ha resultado destruída, intentan reagruparse para empezar a valorar las necesidades más perentorias y organizar los siguientes envíos. Así lo ha asegurado hoy a EL PERIÓDICO desde la frontera entre Haití y la República Dominicana su portavoz, Louis Belanger.

"Tenemos que empezar a entregar ayuda; la entrega de la ayuda aún no ha comenzado", ha subrayado Belanguer, pocas horas antes de que su organización anunciara la llegada de su primer cargamento humanitario, consistente en "material de agua y saneamiento con capacidad para asistir a unas 20.000 personas".

CRUZAR LA FRONTERA

Belanger ha reconocido que los heridos están comenzando a cruzar la frontera en busca de tratamiento médico. "He visto a cerca de un centenar de heridos; la mayoría de ellos muestran heridas en los brazos y en las piernas; también es frecuente ver articulaciones rotas", ha relatado Belanger.

El portavoz, en contacto con los equipos que Intermón Oxfam tiene sobre el terreno en territorio haitiano, ha explicado que en dos barrios de Puerto Príncipe, el grado de destrucción se eleva al 80% o 90%. "En el centro de la ciudad hay cadáveres por todas partes; los cuerpos están apilados a la espera de que puedan ser recogidos", indica.

Según la oenegé, todos los hospitales están llenos y solo uno continúa en disposición de recibir más heridos. "Hay personas heridas en diferentes zonas de la ciudad con la única supervisión o la asistencia de socorristas de primeros auxilios", asegura Intermón-Oxfam en un comunicado.