Jalil Shahinaki, el hombre de 57 años que había sobrevivido durante 13 días sepultado bajo los escombros tras el terremoto que devastó la ciudad iraní de Bam, falleció el sábado en el hospital de campaña ucraniano en el que estaba ingresado, informó ayer la agencia iraní, Irna.

Shahinaki fue rescatado el miércoles y aún fue capaz de pronunciar su nombre, pero poco después entró en coma. Después de tres largos días debatiéndose entre la vida y la muerte, murió por un paro cardiaco causado por los numerosos problemas respiratorios y pulmonares que padecía, según explicó uno de los médicos que le atendían.

LAS HIPOTESIS Se cree que Shahinaki logró sobrevivir durante casi dos semanas --superando ampliamente todos los límites establecidos por la ciencia médica-- porque quedó protegido por algún mueble grande de su casa, que amortiguó el impacto de los cascotes y creó una bolsa de aire que le permitió respirar durante ese tiempo. Además, tuvo que contar con alguna fuente de agua para beber, quizá procedente de la elevada humedad del lugar en el que estuvo enterrado.

El terremoto, evaluado definitivamente en 6,6 grados de la escala de Richter, causó cerca de 30.000 muertos y destruyó la antigua ciudadela de Bam.

Por otra parte, un fuerte movimiento sísmico sacudió el sábado la zona de Argel y causó unos 300 heridos, además de provocar el pánico en la región de la capital argelina, aún no recuperada del seísmo que, el 21 de mayo del 2003, costó la vida a más de 2.300 personas. El terremoto, de 5,7 grados, hizo que numerosas personas huyeran y pasaran la noche a la intemperie.