Al menos 11 civiles iraquís murieron ayer en un doble atentado suicida con coche bomba contra una base militar de la coalición ocupante, bajo mando de las fuerzas polacas, en la localidad de Hilla, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad. Otros 44 iraquís resultaron heridos, así como 58 soldados de la coalición, entre los que había polacos, húngaros y estadounidenses.

El ataque ocurrió poco después de las 7.15 horas. Un primer kamikaze intentó abalanzarse con el coche contra la barrera de entrada en la base, pero los soldados que montaban guardia le dispararon y el vehículo estalló antes de alcanzar su objetivo. Un segundo suicida hizo estallar después otro vehículo, "cargado con 700 kilos de explosivos", contra la barrera de protección, según explicó el coronel Zdzislaw Gnatowski, portavoz del Ejército polaco.

La explosión no causó daños de envergadura a la base, pero destruyó al menos 11 viviendas ubicadas al lado de la instalación militar. La totalidad de los fallecidos y muchos de los heridos eran iraquís que vivían en estas casas. Como en anteriores ocasiones, los civiles iraquís se convirtieron en las víctimas de un ataque de la resistencia dirigido contra las fuerzas de la coalición ocupante. Ninguno de los soldados heridos resultó con lesiones graves.

CUERPOS MUTILADOS Los iraquís heridos fueron trasladados al hospital Al-Talimi, en la ciudad, que se hizo también cargo de los cadáveres. Según Mohamed al-Tai, director del centro hospitalario, algunos cuerpos estaban mutilados. La base militar de Hilla, denominada campamento Charlie está en el casco urbano y tiene funciones logísticas.