La violencia carcelaria volvió a mostrar su rostro fatal en Argentina, donde unas 30 personas murieron ayer en un motín en el penal de Magdalena, a 120 kilómetros de la capital, Buenos Aires. El número de víctimas lo dio a conocer el jefe de visitas de esa unidad penitenciaria, Sebastián Cornuta. En declaraciones a la agencia oficial Telam, Cornuta dijo: "La totalidad de los pabellones", donde se hacinan unos 700 reclusos, "ya está bajo el control".

Según los primeros informes, la revuelta estalló por una petición de los presos para que se ampliara el horario de visitas del Día de la Madre que se festejó ayer en el país. Sin embargo, horas más tarde, el jefe del Servicio Penitenciario provincial, Fernando Díaz, dijo que la mecha del conflicto la encendió una pelea, en la madrugada del domingo, entre unos 60 internos del pabellón 16.