Las mejoras en la seguridad de Irak de las que presumía el Ejército de EEUU hasta hace bien poco parecen disolverse como un terrón de azúcar en un vaso de agua. Dos días después de que una oleada de atentados provocara la muerte de decenas de personas en varios puntos del país ayer fue un suicida quien detonó su carga explosiva en un funeral en Bou Mohamed, en la provincia de Diyala, un episodio que costó la vida a 51 personas.

La mayoría de las víctimas del atentado de Bou Mohamed eran lugareños que habían acudido a un funeral en memoria de dos hermanos miembros de una milicia local que luchaban contra Al Qaeda y habían sido abatidos hace dos días. "Había muertos por todos lados y trozos de cuerpo desmembrados", declaró Imad Abdalá, primo de los dos fallecidos y testigo de los hechos.

ADVERTENCIA DE BIN LADEN Lo sucedido en Bou Mohamed parece ser una advertencia de Al Qaeda contra las milicias sunís que se habían aliado con EEUU para expulsar a los combatientes vinculados a Osama bin Laden.

Por otra parte, Irak pidió ayer a la OTAN que amplíe su actual misión de formación de los oficiales del Ejército iraquí a otros ámbitos, como la lucha antiterrorista, el control de las fronteras, la aviación y la marina. El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, formuló esta demanda durante la reunión que mantuvo con los embajadores de los 26 países aliados en el Consejo Atlántico, con la que concluyó su visita de dos días a la Unión Europea (UE) y a la OTAN.

El secretario general de la Alianza Atlántica, Jaap de Hoop Scheffer, dijo que "la OTAN no va a remplazar las fuerzas de la coalición" norteamericana en Irak, sino que va a "reforzar su programa de entrenamiento". La OTAN tiene desplazados en Irak unos 170 militares dedicados a la formación de oficiales iraquís. Los líderes de la OTAN acordaron el 3 de abril ampliar esa misión hasta el 2009.