Al menos diez personas murieron hoy, entre ellas tres niños, y otras quince resultaron heridas por la explosión de una bomba colocada al paso de un furgón de la Policía en el conflictivo noroeste de Pakistán, informó el oficial de seguridad Nadir Khan, citado por la agencia estatal APP.

La fuente explicó que la bomba fue activada a través de control remoto al paso del convoy policial, que transportaba prisioneros por la zona de Kwago Obbo, en la demarcación de Dir, situada en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP). Según APP, el vehículo de las fuerzas de seguridad quedó completamente destrozado por el ataque, que causó la muerte de tres policías, tres prisioneros y el conductor.

Un autobús escolar que circulaba próximo al furgón también se vio afectado por la explosión. Varios niños que viajaban en él resultaron heridos y tres de ellos perdieron la vida poco después en el hospital. La detonación se pudo escuchar a dos kilómetros de distancia.

La demarcación de Dir limita con la región tribal de Bajaur, situada en la frontera con Afganistán, donde el Ejército desarrolla desde hace dos meses una operación militar en la que asegura haber acabado con la vida de más de un millar de insurgentes.

Hoy tuvo lugar otro atentado contra las fuerzas de seguridad del país. Un coche bomba conducido por un suicida estalló contra el edificio de la brigada antiterrorista de un importante complejo policial situado a las afueras de Islamabad y lo destruyó parcialmente.

De momento, las autoridades han confirmado que diez personas, la mayoría agentes, han resultado heridas y que no se han producido víctimas mortales. La NWFP y las áreas tribales fronterizas con Afganistán son escenario de constantes episodios de violencia, aunque en las últimas semanas se están registrando con mucha frecuencia atentados en diversos puntos del país.