El efímero Gobierno de unidad palestino saltó por los aires cuando en junio del 2007 seguidores de Hamás asaltaron los cuarteles de las fuerzas de seguridad bajo control del presidente palestino en Gaza y saquearon viviendas y oficinas vinculadas con la OLP. En dos días, al menos 28 personas resultaron muertas. Los llamamientos del presidente, Mahmud Abbás, en favor de un alto el fuego cayeron en saco roto, y el dirigente acusó a Hamás de "planear un golpe contra las instituciones".