Los italianos empezaron a acudir ayer a las urnas para participar en las elecciones regionales, que continuarán hoy, y que se celebran bajo un fuerte impacto emocional tras la muerte del papa Juan Pablo II. El Gobierno de derechas de Silvio Berlusconi no ocultaba su temor a que el absentismo en las urnas fuese mayor entre los votantes católicos, lo que perjudica sus expectativas, a poco más de un año de las elecciones legislativas.

"Cuando los italianos se han levantado, su primer pensamiento no ha sido las elecciones, sin duda", dijo en Roma, Francesca Girasole, de 34 años. "Por supuesto que votaré, pero hay tiempo hasta mañana", añadió. Dado el interés mediático por la muerte del Papa, el escrutinio quedó en un segundo plano.

Poco después de mediodía, el Ministerio del Interior anunció los datos de participación, que superaban ligeramente el 13%, cuatro puntos inferior a la registrada en 2001, aunque entonces se votó en una sola jornada.

LAS PRINCIPALES CIUDADES Los comicios se desarrollan en 13 de las 20 regiones del país, en las que habitan unos 48 millones de habitantes y que incluyen capitales como Roma, Milán, Florencia, Nápoles o Turín, centros urbanos de primer orden, lo que otorga a los dirigentes territoriales un fuerte poder y recursos económicos. Además de los presidentes y parlamentos regionales, están en juego también dos diputaciones provinciales y un total de 268 ayuntamientos, entre ellos los de Venecia, Padua y Mantua, informa Efe.

Las elecciones también deben celebrarse en la región de Basilicata (sur de Italia), aunque el Consejo de Estado ha decidido aplazarlas dos semanas después de acoger el recurso de una candidatura progresista, que previamente no contaba con los requisitos para concurrir.

La coalición de derechas en el poder gobierna en 8 de las 13 regiones en juego pero se preparada para sufrir pérdidas. Una baja participación electoral favorece en principio al centroizquierda, cuyo electorado está considerado más politizado y movilizado. Los electores votan por separado al presidente regional y a los integrantes de las asambleas. En caso de que los candidatos no logren el 50% de los votos, habrá una segunda vuelta, el 17 y 18 de abril, con sólo dos candidatos.

DUELO PERSONAL La cita está considerada clave de cara a las elecciones legislativas del 2006, en las que Berlusconi se enfrentará a Romano Prodi, exjefe del Gobierno italiano y de la Comisión Europea y actual líder del partido de centroizquierda. Ni Berlusconi ni Prodi --que tienen una pésima relación personal-- son candidatos en estos comicios, pero ambos han protagonizado la campaña, más centrada en temas de interés nacional que en cuestiones locales.

La lucha se prevé muy cerrada en la región de Lazio, cuya capital es Roma, que está actualmente en manos de la coalición de Berlusconi. De pasar a manos de la oposición, sería una derrota muy simbólica para el centroderecha. El resultado de las elecciones marcará el año que queda para las legislativas.