Un vigilante de 38 años murió ayer y un policía sufrió heridas leves en una ola de atentados con bombas de fabricación casera perpetrados en oficinas bancarias de Buenos Aires situadas en zonas muy céntricas de la capital argentina. Dos de las bombas estallaron en sucursales del Citibank y la tercera en el Banco Galicia. Nadie se ha atribuido la autoría de los atentados.