La cifra de víctimas mortales del terremoto que azotó la madrugada del lunes el centro de Italia asciende ya a 250 mientras que los heridos suman un millar y son cerca de 20.000 las personas que se han quedado sin casa, según los últimos datos difundidos por los servicios de Protección Civil, mientras que en la pasada madrugada se han vuelto a registrar otros dos nuevos movimientos sísmicos.

Se trata de réplicas del terremoto que el lunes devastó la localidad de L'Aquila y los pueblos colindantes de la región de los Abruzos, y que han alcanzado los 3,5 y los 3,7 grados de magnitud en la escala Richter. El primero de ellos ha sido a las 5 de la madrugada y el segundo, una hora y media después.

Ayer, otro temblor de 5,3 en la escala Ritcher azotó, poco antes de las ocho de la tarde, la misma zona y llegó hasta Roma, donde en muchos barrios la gente se echó a la calle. Desde el lunes, Italia ha registrado un total de 353 movimientos sísmicos.

Otra noche a la intemperie

Miles de supervivientes del peor seísmo que ha sacudido Italia en las últimas tres décadas han pasado otra dura noche a la intemperie o desplazados en campamentos.

"En las dos últimas noches he dormido como mucho tres horas. Estoy destrozada física y psíquicamente por el sueño y el miedo", ha declarado Ilaria Ciani, una de las vecinas de la zona que tuvo que dormir en tiendas de campañas acondicionadas para los damnificados que se han quedado sin casa. Una cifra que ronda entre las 17.000 y las 20.000 personas, según el ministro del Interior italiano, Roberto Maroni.

Sobre el terreno, cientos de voluntarios y miembros de los servicios de emergencias continúan trabajando en las tareas de rescate ayudados de máquinas excavadoras e incluso hasta con sus propias manos para extraer los escombros que han quedado en L'Aquila y pueblos cercanos tras el derrumbe de cientos de casas. "Necesitamos al menos seis meses para recuperarnos de lo ocurrido", ha explicado un bombero veneciano desplazado hasta el lugar de los hechos.