Consumada la farsa. El hombre fuerte de Zimbabue, Robert Mugabe, de 84 años, se prepara para proclamarse vencedor indiscutible en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del viernes. Eso sí, como candidato único. Su principal rival, Morgan Tsvangirai, líder del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MCD), no tuvo más remedio que seguir los comicios refugiado en la Embajada de Holanda en Harare, la capital. Fuentes cercanas al dictador dijeron ayer que Mugabe, en el poder desde hace casi tres décadas, será investido hoy mismo.

EEUU parece no estar dipuesto a dejar que Mugabe se aferre a la presidencia. El presidente de EEUU, George Bush, anunció ayer "nuevas sanciones contra el Gobierno ilegítimo de Zimbabue y aquellos que le apoyan". Bush, que calificó el proceso electoral de "vergonzoso", mencionó como posibles sanciones un embargo de armas y la prohibición de viajar al extranjero a los responsables del régimen. El primer ministro británico, Gordon Brown, dijo, por su parte, que Londres trabaja "con la comunidad internacional para encontrar el camino que cierre este repugnante capítulo que ha costado tantas vidas humanas". Los días previos a los comicios, hordas de matones de Mugabe asesinaron a cerca de un centenar de seguidores de Tsvangirai. Washington y Londres esperan así recuperar la iniciativa después de que Suráfrica impidiera que el Consejo de Seguridad aprobara un borrador de resolución de denuncia del régimen que calificaba de "no creíbles y de ilegítimas" las elecciones.

CRITICAS A MBEKI El portavoz del MCD, Nelson Chamisa, criticó ayer con dureza al presidente surafricano, Thabo Mbeki. "El presidente Mbeki se ha convertido en parte del problema. Desconozco por qué intenta resucitar un régimen que rechaza el pueblo", clamó ayer Chamisa. Suráfrica ha encabezado al grupo de países vecinos de Zimbabue que han participado como mediadores en la crisis, desde que el MCD ganó la primera vuelta de las elecciones de marzo. Otros países africanos se mostraron ayer contrarios a las sanciones anunciadas por Bush. Varios ministros de Exteriores que preparan la cumbre de jefes de Estados de la Unión Africana, que se celebrará este lunes en la localidad egipcia de Sharm el Sheij y a la que asistirá Mugabe, optaron por buscar una solución negociada a la crisis.

Fuentes del régimen de Harare aseguraron ayer que durante la jornada electoral del viernes se registró una alta participación. Los informes de los observadores africanos indican todo lo contrario. Chamisa advirtió ayer de que Mugabe prepara lo que llamó "la operación dedo rojo", medidas represivas contra aquellos que no fueron a votar. Para votar cada elector debía mojar su dedo índice en tinta indeleble. Los resultados oficiales de la mundialmente contestada segunda vuelta electoral del viernes se conocerán hoy.