Liu Xia, la esposa del flamante premio Nobel de la Paz, el disidente chino Liu Xiaobo, viajaba ayer custodiada a la prisión donde su marido cumple condena, para informarle de la concesión del prestigioso galardón. Liu está encarcelado en la localidad de Jinzhou, en la provincia de Liaoning, a 480 kilómetros al noreste de Pekín. El disidente y crítico literario, de 54 años, fue trasladado allí en mayo pasado, seis meses después de haber iniciado, en diciembre del 2009, su condena a 11 años por exigir la democracia para su país.

Según informó ayer el periodista disidente Wang Jinbo, Liu Xia negoció su visita de ayer a la prisión tras acordar con las autoridades que la mantenían bajo vigilancia domiciliaria que no se reuniría con la prensa que esperaba en la entrada de su apartamento en Pekín desde que se conoció, el viernes, la noticia de la concesión del Nobel.

DE FORMA INADVERTIDA De hecho, los policías sacaron a Liu Xia del apartamento de la pareja en Pekín de forma inadvertida para el centenar de periodistas que allí esperaban. Wang, que es amigo de la pareja, dijo que el hermano de Liu Xiaobo aseguró que era poco probable que Liu Xia pudiera reunirse con su marido ayer mismo, dada la gran atención mediática que la concesión del premio había desatado. Se espera que la visita pueda producirse hoy.

La esposa del disidente, poetisa de 49 años, concedió el mismo viernes entrevistas telefónicas a varios medios y envió un comunicado en el que agradecía el premio, pero por la noche su teléfono dejó de funcionar.

Ayer por la mañana, la seguridad en torno a la prisión de Jinzhou se intensificó y los accesos a la localidad fueron bloqueados. Varios periodistas de Hong Kong que llegaron a Jinzhou para buscar a la esposa del Nobel fueron detenidos, interrogados y obligados a salir de la localidad, según informó Wang.

Mientras, el régimen comunista prosiguió implacable la campaña de detención de activistas que inició en la tarde del viernes. Según varias fuentes, son ya decenas los abogados de derechos humanos, intelectuales, disidentes y firmantes del manifiesto político Carta 08 --redactado por Liu Xiaobo-- detenidos en las últimas 24 horas en Pekín. Pero la represión parece no amedrentar a la disidencia. Siete intelectuales chinos firmaron ayer una carta felicitando al Nobel de la Paz, al que califican de "estandarte de la no violencia".

"DESHONRADO" Mientras en los círculos de la disidencia se celebraba la concesión del premio Nobel, la prensa oficial china fustigó ayer al Comité Nobel de Noruega por su decisión. El diario oficial Global Times estimó que el Comité se había "deshonrado" a sí mismo y que el galardón de la Paz había quedado "degradado a un instrumento político al servicio de motivaciones antichinas". Por su parte, la televisión oficial permaneció muda y las cadenas internacionales fueron censuradas.