Es una de las 17 municipalidades que configuran la ciudad de Belgrado, pero es como un mundo aparte. Tiene identidad propia y un aire cosmopolita. Sus habitantes suelen decir que son "de Zemun", no "de Belgrado". En la alameda que discurre junto al Danubio, grupos de jóvenes y familias enteras pasean o disfrutan de una de las muchas terrazas. Algunos restaurantes tienen buena fama.

La arquitectura de su centro urbano lo diferencia también del resto de Belgrado porque su pasado austrohúngaro le imprime carácter. Zemun está en el extremo noroccidental de la capital y desde 1718 hasta la primera guerra mundial estuvo en manos del Imperio Austríaco (después austrohúngaro) y fue puesto militar fronterizo con el Imperio Otomano.

"Zemun tiene alma, a diferencia de Belgrado. Esto es la parte antigua y la gente se conoce", dice Stefan Vasic, un bombero de 51 años, mientras vigila, por si pican, la caña de pescar. "Aquí hay mucha vida cultural", añade Nenad Lekic, de 49 años, que trabaja en una empresa de transporte y comparte la afición por la pesca.

Pero el distrito tiene también un lado oscuro. Durante el régimen de Slobodan Milosevic, en los 90, adquirió notoriedad por ser la cuna del llamado clan de Zemun, la más célebre de las bandas mafiosas que proliferaron en Belgrado. Derrocado Milosevic en el 2000, el clan continuó sus actividades. Varios de sus miembros están en la cárcel por su implicación --junto a la policía secreta-- en el asesinato del primer ministro reformista Zoran Djindjic, en el 2003. Un solar vacío es el testimonio mudo de la demolición de la casa donde se reunían.

Los ultras del Partido Radical (SRS) tienen en Zemun su sede central. Gobernaron la municipalidad entre 1997 y el 2000 y recuperaron el poder en el 2004. En las elecciones municipales celebradas (junto a las legislativas) el pasado día 11 lograron un 41,99% de los votos y pasaron de 26 a 28 concejales.

Josip Pistoli, un joyero de 60 años, debió de quedar satisfecho en su municipio. "Espero que ganen los radicales porque los demás son todos unos ladrones. También por Kosovo, porque es la cuna de Serbia", decía en vísperas electorales. "Estamos hartos de elecciones. Que vuelva Tito", añadía.

Las viejas familias de Zemun son de élite --médicos, arquitectos-- y elevado nivel cultural. ¿Cómo se explica que sea feudo del SRS? En parte, por la cambiante estructura demográfica. Para empezar, no todo es zona urbana. La municipalidad se extiende por las colinas contiguas e incluye varios pueblos. Tito desplazó allí a campesinos pobres. En 1997 y 1998, el ayuntamiento del SRS sedujo a miles de refugiados serbios procedentes de Croacia y Bosnia con terrenos gratis. Estos, ya de por sí radicalizados, se muestran agradecidos con su voto. "Ahora, los refugiados son un 20% o 25% de la población. Les dieron también trabajo. Cuando el SRS llegó al poder, echaron a los demás", dice resentido un funcionario de la municipalidad que se calla de golpe al llegar un compañero.

En Zemun hay también exmilitares yugoslavos. "Cuando se retiraban, los oficiales podían elegir dónde vivir y tenían derecho a una vivienda. La mayoría preferían Belgrado, y Zemun es un buen lugar para vivir", explica un responsable de un organismo internacional.

De Palevic a Solana

En el mercado, una conversación sobre la carestía de la vida y el acercamiento a la UE es interrumpida por una vendedora de hortalizas que se da cuenta de que la interlocutora es extranjera. "Quiero más a los radicales que a Solana. ¡Qué vergüenza! No quiero ni escuchar. Primero nos bombardean y luego hablan de Europa. Empezó Palevic líder fascista croata, siguió Hitler y, después, Solana", grita enfurecida.

Pero Stefan Vasic y Nenad Lekic son amigos y pescan juntos, pese a que sus ideas están en polos opuestos: Vasic vota al SRS y sostiene que "Mladic el criminal de guerra más buscado por La Haya es un héroe nacional"; Lekic aboga por la senda europea y vota por el Partido Liberal Democrático. Divididos, como lo está la propia Serbia.