Con matices, el mundo musulmán valoró ayer de forma positiva el discurso pronunciado en El Cairo por Barack Obama, una alocución llena de contenido que reflejó el cambio de tono en el liderazgo de EEUU. Mientras los dirigentes de países y movimientos más radicales pedían más gestos al presidente estadounidense, los más moderados reconocían el inicio de una política más equilibrada en la convulsa región de Oriente Próximo por parte de la principal potencia mundial.

"Su llamamiento para poner fin a la colonización y para el establecimiento de un Estado palestino, su referencia al sufrimiento de los palestinos es un claro mensaje a Israel", declaró Nabil Abú Rudaina, portavoz de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). El movimiento libanés Hizbulá, en cambio, pidió hechos. "El mundo islámico no necesita sermones morales o políticos; necesita un cambio fundamental en la política de Estados Unidos y detener la agresión israelí en la región", aseguró Hasán Fadlalá, de Hizbulá.

FIN DE LA VIOLENCIA El movimiento palestino Hamás fue de los que apreció el cambio de tono. "Contiene muchas contradicciones, aunque refleja un cambio tangible", afirmó su portavoz, Fawzi Barhum. La principal voz del régimen iraní, el ayatolá Alí Jamenei, optó por ver el vaso de la política exterior de Estados Unidos en Oriente Próximo medio vacío.

"Los esfuerzos de la nueva Administración para cambiar la cara fea, detestable y ruda de EEUU no pueden ser logrados únicamente con eslóganes", proclamó. Esam Ariam, de los Hermanos Musulmanes egipcios, dijo que, en términos generales, "el discurso ha sido positivo".

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, juzgó el discurso "esperanzador" para los elementos "moderados" que aspiran a la paz" en la región.