La policía municipal de Novara, cerca de Milán, ha multado con 500 euros a una musulmana de origen tunecino porque estaba frente a la oficina de correos de la ciudad cubierta con un burka. La sanción le ha sido impuesta a Abel Marimouri, de 26 años, en aplicación de una ordenanza municipal basada a su vez en una ley nacional que prohíbe esconder el rostro, y por tanto la identidad, "dentro de las oficinas públicas y lugares institucionales". El caso tendrá probables coletazos legales, ya que la mujer no estaba dentro sino cerca de la oficina de correos. El alcalde de Novara, Massimo Giordano, de la Liga Norte, ha aplaudido la decisión.

Es la primera vez que un ayuntamiento aplica en Italia una sanción por llevar el burka. Bélgica acaba de prohibir el uso de esta prenda en el espacio público y Francia se dispone a aprobar una medida similar. En Italia no hay una ley específica, sino que los casos que conciernen al velo integral se dirimen en base a una ley del año 1975, que prohíbe esconder el rostro para no ser identificado.

Antes de su aprobación, la ordenanza municipal de Novara había sido enviada al Ministerio del Interior para que certificase su legalidad. Paolo Cortese, jefe de la policía municipal, ha explicado que el texto "fue devuelto por Interior con una serie de observaciones sobre los lugares de aplicación, en el interior o cercanías de escuelas, hospitales, edificios públicos...".

Abel Marimouri sale de casa solo los viernes para ir a la mezquita, pero a partir de ahora ni eso hará, según ha dicho su marido, Ben Salah, que explicó cómo fueron las cosas. Los carabinieri pararon a la pareja, pidiendo a la señora que se identificase; ella se opuso, alegando que no podía identificarse porque eran hombres. Los carabinieri llamaron a la policía municipal y pidieron que acudiera una mujer policía, quien la identificó sin problemas.