El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, expresó hoy su tristeza por abandonar la "bonita familia" del Ejército y recordó que ha servido en sus filas durante más de 40 años. "Lo que soy hoy, lo soy gracias a este Ejército", añadió, conteniendo la emoción, en un discurso durante la ceremonia de cesión de mando al hasta ahora subjefe de las Fuerzas Armadas, Ashfaq Pervez Kiyani.

Musharraf abandona hoy un cargo que asumió en 1998 y desde el que, en 1999, dio el golpe de Estado incruento que depuso al entonces primer ministro Nawaz Sharif y le llevó al poder. "Aprendí el liderazgo en el Ejército", dijo el jefe del Estado, que renuncia a su uniforme militar para jurar mañana, jueves, un nuevo mandato presidencial de cinco años, pero esta vez como civil.

Musharraf, de 64 años, se consideró afortunado por "haber sido el jefe de uno de los mejores Ejércitos" del mundo y aseguró que éste está en su mejor momento. También agradeció a todos los cuerpos militares su lealtad y se mostró "orgulloso de haber combatido dos guerras" en las filas militares.

Kiyani, que toma el testigo de la jefatura de las Fuerzas Armadas, era hasta el pasado septiembre director de los servicios secretos ISI y está considerado uno de los hombres más leales a Musharraf.