Alentado por un cambio de actitud de Abdul Rashid Ghazi, líder de los atrincherados en la Mezquita Roja de Islamabad, el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, decidió ayer negociar con los radicales integristas que controlan desde el interior los maltrechos edificios para buscar una salida pacífica a la crisis y evitar víctimas entre sus rehenes, muchos de ellos mujeres y niños. En una reunión con altos cargos del Gobierno y de las fuerzas de seguridad, Musharraf dio instrucciones para que las fuerzas que asedian la mezquita tengan en consideración las propuestas de un grupo de ulemas (doctores del islam) que se encargarán de dialogar con el maulana (dignidad religiosa) rebelde Ghazi, según el canal paquistaní Geo TV.

El jefe del Gobierno paquistaní, Shaukat Aziz, añadió que un equipo de negociadores, dirigido por el exprimer ministro Chaudhry Shujaat Husein, tratará de convencer a Ghazi de que se rinda y libere sanos y salvos a los rehenes. "Negociarán a través de un sistema de altavoces para que todos los miembros puedan oír lo que dice Ghazi", explicó Aziz. "No vamos a enviar negociadores al interior de la mezquita" porque los islamistas atrincherados y armados son "gente imprevisible", agregó.

En el interior del templo resiste un núcleo duro de integristas de unas 50 personas que, según calculan las autoridades, mantiene como rehenes a entre 300 y 500 estudiantes islámicos. Los muros que rodean Lal Masjid, la mezquita y las dos escuelas coránicas adyacentes fueron derribadas por las fuerzas de seguridad con explosiones controladas el fin de semana, lo que hizo crecer la tensión.

Fuentes de los servicios de espionaje aseguran que entre los integristas que controlan la mezquita participan extranjeros --uzbecos, chechenos y árabes-- además de yihadistas paquistanís vinculados a Al Qaeda. También creen que el mando lo ostentan los comandantes Abú Zar y Abú Mansur, ambos con experiencia en Afganistán y Cachemira.

ESCONDITE DE ARMAS Los servicios de espionaje afirman que el recinto de la mezquita fue utilizado como escondite y arsenal por algunos militantes que disponían de armas ligeras, cientos de granadas de mano, artefactos explosivos y algunos lanzacohetes. Añadieron que muchos de los radicales detenidos están vinculados a grupos terroristas islámicos como Harakat ul Jihad al Islami (Movimiento para la Yihad Islámica) y Lashkar e Toiba (Ejército de los puros), aunque se cree que la mayoría de los que quedan son de Jaish e Mohamed (JEM. Ejército de Mahoma).