Unos 16 millones de peruanos decidían ayer el nombre de su presidente en una contienda que tenía como favorito en las encuestas al socialdemócrata Alan García y que se desarrolló con cierta cuota de incertidumbre ante la posibilidad de sorpresas después de que del más selecto entorno de su rival, el exteniente coronel Ollanta Humala, de la Unión por el Perú (UPP), se pusiera en duda la total limpieza del proceso electoral.

El ambiente se enrareció desde muy temprano. Humala pidió a los peruanos emitir "un voto de conciencia" y abogó por la "transparencia" del proceso electoral. "Espero que no haya problemas", dijo. Sus padres, sin embargo, pusieron en duda que eso sucediera. El abogado Isaac Humala, patriarca de la familia, acusó a García de ser "un impostor" y dijo que le había "robado" su lugar en la segunda vuelta a la conservadora Lourdes Flores.

RESPETO AL RESULTADO Helena Tasso, madre del candidato nacionalista --que ganó notoriedad por su propuesta de fusilar a homosexuales y violadores-- advirtió de que, de ganar el líder aprista, se habría consumado el "fraude". "Tendrían que mostrar las pruebas ante los organismos correspondientes", le reclamó, por su parte, la jefa de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Magdalena Chú. El presidente Alejandro Toledo trató de bajar los decibelios de la controversia y reclamó a los competidores que "respeten" la victoria "de quien el pueblo decida". No obstante, Toledo tomó partido: "No me gusta el populismo que está surgiendo".

El ganador de las elecciones estará lejos de encontrar un escenario político apacible. Perú es un país con graves asignaturas sociales pendientes, donde el 10% de la población ostenta el 40% de la riqueza nacional, y otro 40% vive con menos de un euro diario. La relación de fuerzas en el Congreso muestra a UPP con una leve mayoría con 42 escaños. El APRA tendrá 38 legisladores y estará obligado a negociar con los conservadores de Unidad Nacional, el toledismo y otros partidos menores.

Los comicios, señalan los analistas, también tienen amplias repercusiones regionales. "No solo estamos definiendo nuestra vida interna, sino poniendo coto al expansionismo de un país que quiere exportarnos su modelo", dijo García sobre las intervenciones del presidente venezolano Hugo Chávez a favor de Humala.

El Gobierno peruano se quejó ante la Organización de Estados Americanos por la "intromisión flagrante" de Chávez en los asuntos internos. Gustavo Gorriti, un prestigioso periodista local, comentó a este enviado que una victoria de García frenaría el avance de Chávez e insertaría a Perú en la corriente de gobiernos socialdemócratas "de centro" que tiene a Brasil y Chile como representantes.