John Negroponte, seleccionado por el presidente de Estados Unidos, George Bush, como primer director nacional del espionaje, aseguró ayer que presentará a la Casa Blanca "la verdad sin maquillar", en la primera jornada de audiencias ante el Comité de Inteligencia del Senado para su confirmación en el cargo. Pero la oposición demócrata puso en duda su promesa y le acusó de plegarse a los deseos del Gobierno, como hizo en Honduras hace dos décadas, cuando "ignoró los hechos" al no reconocer los abusos de los escuadrones de la muerte entrenados por la CIA.

"Aquí estamos revisando su criterio y me parece que usted vio las cosas a través del prisma de la Administración (de Ronald Reagan)", criticó el senador demócrata Ron Wyden, aludiendo al trabajo de Negroponte como embajador de EEUU en Honduras, entre 1981 y 1985. Negroponte quitó importancia a las rampantes violaciones de los derechos humanos que tuvieron lugar en ese país, el aliado más leal de Washington en Centroamérica, que prestó su territorio a EEUU como base de la contra, para derrocar al régimen sandinista de Nicaragua.

CONTROL DE 15 AGENCIAS Negroponte, ultimo embajador en Irak, aguantó este chaparrón atrincherado en su promesa de que se volcará en "asegurar que la comunidad del espionaje funcione como una empresa integrada, unificada y efectiva para dar al presidente y al Congreso los mejores datos posibles". Desde su puesto, creado en respuesta a los fallos de los servicios secretos que condujeron a los atentados del 11-S, Negroponte controlará 15 agencias de espionaje y será el principal asesor del presidente Bush en este campo.

También John Bolton, elegido por Bush como embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, capeó ayer fuertes críticas en la segunda jornada de audiencias para su confirmación por el Senado. "No he visto a nadie como él, abusa de su autoridad con sus inferiores", arremetió el exsubsecretario de Estado Carl Ford, quien acusó a Bolton de intentar echar a un analista porque disentía de su opiniones sobre Cuba. Pero Ford no impresionó a la mayoría republicana que domina el Senado y que garantiza tanto la confirmación de Bolton como la de Negroponte, siguiendo los deseos del presidente Bush.