Más de 100.000 personas recibieron ayer con júbilo la irrupción inesperada en Johannesburgo del expresidente surafricano Nelson Mandela en el mitin de cierre de campaña del Congreso Nacional Africano (CNA), partido que parte como gran favorito en las elecciones generales que celebra Suráfrica este miércoles y de las que saldrá el próximo presidente del país.

Con su presencia, Mandela, de 90 años, dio su apoyo al candidato y actual líder del CNA, Jacob Zuma, que según todos los sondeos se convertirá en el cuarto jefe del Estado del país desde el fin del régimen del apartheid en 1994. El Parlamento es el que elige el mandatario del país.

"No debemos de olvidar que nuestra principal misión es erradicar la pobreza y asegurar una vida mejor para todos", dijo Mandela, que habló a través de un mensaje grabado. El premio Nobel de la Paz recordó que la "responsabilidad histórica" del CNA es "construir una sociedad unida y no racial".

La gran cita electoral se celebró en el estadio Ellis Park, con capacidad para 60.000 personas, aunque un número similar se concentró en el exterior del recinto, en pleno centro de Johannesburgo. Tras Mandela tomó la palabra Zuma, de 67 años, que hizo un llamamiento a la unidad porque, según dijo, "Suráfrica pertenece a todos, negros y blancos, trabajando juntos".

Sobre el actual líder del CNA pesaban varias acusaciones de corrupción, que el pasado marzo desestimó la Fiscalía General. El caso Zuma y la destitución de Mbeki provocó una escisión en el CNA, de la que surgió un nuevo partido, el Congreso del Pueblo (COPE), al que los sondeos dan un 15% de los votos.

La irrupción con fuerzas de los disidentes pone en peligro las expectativas electorales del CNA. Como ya ocurrió en los anteriores comicios, el partido de Zuma espera obtener más de los dos tercios de la Asamblea Nacional, formada por 400 diputados. De esta manera, el líder del CNA podría reformar la Constitución, uno de sus objetivos.