Nada ha tardado el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, en reafirmar que cuando habla de "relanzar inmediatamente" el proceso de paz, sus términos nada tienen que ver con los de la Administración del presidente de EEUU, Barack Obama. Un día después de regresar de Washington, donde volvió a esquivar cualquier mención a un Estado palestino, Netanyahu insinuó que Jerusalén nunca será la capital de ese proyecto quimérico. "Jerusalén siempre ha sido y será nuestro. Nunca más volverá a partirse o dividirse", dijo.

Su país celebraba ayer el 42º aniversario de la conquista a Jordania del sector árabe de la ciudad. A principios de los 80, Israel trató de cerrar el círculo anexionándose lo obtenido con las armas, un movimiento que no reconoce la comunidad internacional, para la cual Jerusalén Este es territorio ocupado.