Los acontecimientos que se han producido en Villiers-le-Bel obligaron ayer a reaccionar al presidente Nicolas Sarkozy, que se encuentra de viaje oficial en China desde el pasado domingo. "Deseo que todo el mundo se sosiegue y que se deje a la justicia determinar las responsabilidades de unos y de otros", aseguró.

El último episodio de violencia que tuvo lugar en barrios conflictivos se produjo el pasado 4 de octubre, sin embargo, no fue en la banlieue de París, sino en Saint- Dizier (noreste de Francia). En este último episodio violento, unos 40 jóvenes encapuchados y armados con barras se enfrentaron a la policía. Hubo dos heridos leves.