Un elevado número de niñas, algunas de las cuales no superan los 8 años de edad, se ven obligadas en Liberia a mantener relaciones sexuales con trabajadores de las organizaciones humanitarias a cambio de comida, dinero u otro tipo de favores. Así lo denunció ayer la organización británica Save the Children en un demoledor informe.

Según el documento, la explotación infantil es práctica habitual en los 25 campos de refugiados que existen en Liberia. En estos campos residen 1,3 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia de los 15 años de guerra civil.

Entre los explotadores se encuentran casi todos los sectores que tienen contacto con los campos de refugiados: desde los maestros hasta los miembros de las fuerzas de seguridad, desde los comerciantes hasta los trabajadores de organizaciones humanitarias locales o internacionales y miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz.

"Esto no puede seguir así. Hay que hacer frente a este fenómeno", afirmó la directora ejecutiva de Save the Children , Jasmine Whitbread. La organización británica pide medidas efectivas para proteger a las menores.

Según Save the Children , en algunos campos existe la sospecha de que hasta el 50% de las niñas pueden haber sido víctimas de la explotación sexual. El factor determinante es la extrema necesidad económica. En algunos casos son los padres quienes empujan a las pequeñas. Incluso se producen presiones entre las propias chicas, "que se animan las unas a las otras para conseguir dinero". Según Save the Children , la mayoría de los casos no se denuncian porque, a veces, los propios líderes del campo de refugiados están implicados.

Mientras, en Johanesburgo (Suráfrica), el exvicepresidente Jacob Zuma fue absuelto ayer por un tribunal del cargo de violación que pesaba en su contra y que ponía en peligro su carrera hacia la presidencia.