Susanne Osthoff, la rehén alemana que estuvo secuestrada durante tres semanas en Irak, dijo ayer, en su primera entrevista tras su liberación, que sus captores prometieron no hacerle daño porque era musulmana. "Me dijeron: señora Susanne, la conocemos y usted es una amiga de Irak", declaró Osthoff --musulmana conversa que habla árabe de forma fluida-- a la cadena Al Jazira. Tras su liberación, Osthoff decidió no regresar a Alemania, su país de origen, e incluso se especula que podría regresar a Irak.