El Gobierno español se desmarcó ayer de las medidas antiterroristas que aplicará el Reino Unido. Así, excluyó vetar la entrada a España de los islamistas radicales a los que EEUU ha incluido en su lista negra de proscritos, alternativa que sí baraja Tony Blair. Mientras el Reino Unido, Francia, Italia y otros países de la UE miran de extremar las medidas de seguridad tras el 7-J, España considera que ha adoptado suficientes precauciones.