Martes y 13, mal día para la Casa Blanca, ya que el Consejo de Europa declaró por boca del parlamentario Dick Marty que son creíbles las acusaciones sobre cárceles, detenciones y traslados --todo ilegal-- de presos a lo largo y ancho del planeta. Esto está mal. Pero que pase en territorio del Consejo de Europa, institución que fija los criterios del Estado de derecho que deben cumplir los países que quieren tan preciada homologación, y que algunos estados miembros (se cita con insistencia a Polonia y Rumanía) acojan estos agujeros negros, es el colmo. Las declaraciones de Rice, si se leen con atención, fueron un reconocimiento de estas realidades con el argumento de que con ello "se salvaban vidas europeas". Europa y sus instituciones han de aclarar las cosas. Europa ha de decir: "No en mi nombre". La comunidad de valores entre ambos lados del Atlántico parece cada vez más, con la Administración de Bush, una broma de mal gusto.

*Catedrático de Ciencia Política.