A veces vuelven. Los fantasmas. Parecía que la tregua pedida por el presidente de la República, Giorgio Napolitano, estaba siendo respetada, pero fue rota ayer. El semanario L´Espresso , del grupo Espresso-La Repubblica, colgó en su página digital el audio y la transcripción de las grabaciones de la prostituta de lujo Patrizia D´Addario en casa de Silvio Berlusconi, durante las fiestas del primer ministro con jóvenes y prostitutas.

No ofrecen ninguna novedad, salvo las voces de los interesados. "Son grabaciones sin valor, inverosímiles y fruto de inventos", ha dicho Nicolò Ghedini, abogado de Berlusconi, según el cual "la publicación integral es de por sí algo ilícito, que deberá ser perseguido". El semanario argumenta que, aunque las cintas habían sido puestas bajo secreto sumarial, han sido entregadas a las partes, por lo que D´ Addario no ha incurrido en nada ilegal.

"Yo también me ducho, si terminas antes tú ¿me esperas en la cama grande?", dice Berlusconi. "¿Cuál, la de Putin?", pregunta D´Addario, refiriéndose a una cama regalada al primer ministro italiano por el presidente de Rusia. "La de Putin", confirma él.

Al día siguiente, la prostituta habla por teléfono con el intermediario, Giampaolo Tarantini, un industrial de Bari, en el sur, investigado por algunas contratas apañadas en la sanidad pública. "No hemos dormido esta noche", dice D´Addario a Tarantini, con quien se lamenta: "no he recibido ningún sobre". La referencia es a los 2.000 euros pactados con Tarantini, que habría recibido de haberse quedado en la mansión. Y añade que Berlusconi le ha hecho "una promesa". "Me enviará a personas a las obras, si lo ha dicho ¿tengo que creerle, verdad?". Se trata de un apartahotel, proyectado por el padre de la prostituta.

Paolo Gentiloni, responsable de temas de comunicación de los progresistas (PD), en la oposición, comentó ayer que lo que debería hacer Berlusconi "en lugar de atacar a la prensa, que hace su labor, es esclarecer los hechos frente al país".