Un total de 136 soldados de EEUU murieron en Irak en noviembre, el mes más mortífero para las tropas estadounidenses desde el comienzo de la guerra en este país. La abultada cifra se explica por el gran número de bajas registradas durante el asalto a la ciudad de Faluya, donde según Washington fallecieron más de 70 militares. En total han muerto en Irak 1.275 soldados.