Samantha Cameron, la nueva primera dama de Downing Street, ha anunciado que dejará su trabajo. Hija de un barón y de un descendiente del rey Carlos II, es la directora creativa de Smythson, una firma de artículos de papelería y marroquinería de lujo, que se cuenta entre los proveedores de la casa real.

SamCam, como la apoda familiarmente la prensa, está a los 39 años embarazada de nuevo, tiene dos hijos pequeños y debe de hacer una gran mudanza en cuestión de semanas. "Es una decisión personal que tomé cuando descubrí que estaba encinta", ha dicho en un comunicado.

A pesar de llevar un delfín tatuado en el tobillo, ser "muy poco convencional", como una vez dijo su marido, y "no tener nunca el aspecto de la mujer de un político", según Lucy Yeomans, directora de la revista de moda Harper´s Bazaar, parece inclinada a jugar un papel muy tradicional, anteponiendo la familia a su propia carrera.

De momento, la mudanza se aplazará hasta el verano, cuando sus dos hijos hayan terminado el curso escolar. Samantha no tiene ninguna prisa en dejar el barrio chic de Notting Hill, donde tiene su círculo de amigos íntimos.

Los Cameron no se van a instalar en el 10, sino en el 11 de la famosa calle. Los Blair primero y los Brown después ya se trasladaron a la que es oficialmente residencia del ministro de Finanzas. Es más grande que la asignada al primer ministro y tiene acceso a un jardín, con vistas al Horse Guards Parade.