El grito contra la guerra de Irak y contra una eventual intervención militar en Irán llenó ayer las calles de Manhattan, donde más de 100.000 personas participaron en una de las manifestaciones antibélicas más masivas que ha vivido Nueva York. La marcha se produjo un día después de que el Ejército cifrara en 69 el número de bajas estadounidenses en Irak en abril, y coincide con el tercer aniversario de la declaración oficial del fin de las operaciones militares que el presidente de EEUU, George Bush, realizó en un portaviones ante la pancarta que rezaba: "misión cumplida".

Precisamente, el presidente dedicó ayer su discurso radiado semanal a Irak y al nuevo Gobierno de unidad nacional. "Su formación es un importante hito en el camino hacia la democracia y marca el principio de un nuevo capítulo en la implicación estadounidense", dijo Bush, que vinculó el avance del proceso político a una retirada de tropas, potencial pero indefinida.

Pero Nueva York no compartió ayer su optimismo. Entre los 100.000 manifestantes que recorrieron Broadway, marcharon rostros conocidos: Jesse Jackson, Cindy Sheehan, la actriz Susan Sarandon y el director Jonathan Demme, entre otros.