Miembros de la organización radical Frente de Defensores Islámicos (FPI) han reclamado en la ciudad indonesia de Bandung la muerte de los responsables de la publicación de las caricaturas de Mahoma en la prensa danesa, a los que han calificado de "difamadores"."Muerte a los difamadores del profeta Mahoma", "Humillar al profeta es igual a humillar a los musulmanes", se ha leído en decenas de pancartas portadas por los manifestantes, alrededor de 300, en el centro de Bandung, a 130 kilómetros de Yakarta.La protesta ha coincidido con otra celebrada ante la Embajada danesa en Yakarta, convocada por el Partido para la Prosperidad y Justicia (PKS), la principal formación política islámica de Indonesia. "Queremos que Dinamarca pida perdón", ha expresado uno de los coordinadores de la protesta. El presidente de esta formación, Tifatul Sembiring, ha hecho un llamamiento al boicot de los productos daneses en todos los negocios del país.Miembros del FPI ya entraron el viernes en el edificio que aloja la Embajada de Dinamarca en la capital indonesia y arrojaron huevos podridos y tomates en su exterior para protestar contra la publicación de los dibujos. Indonesia es la mayor población musulmana del planeta.Protestas en TailandiaPor su parte, unos 300 tailandeses musulmanes se han manifestado ante la Embajada de Dinamarca en Bangkok en protesta por la publicación de las caricaturas de Mahoma.La policía ha establecido un cordón de seguridad en torno a la misión diplomática danesa. Los manifestantes han gritado consignas a favor de un boicot a las importaciones de productos daneses.La comunidad musulmana de Tailandia --país donde cerca del 90% de la población es budista-- representa cerca del 8% del total de los 63 millones de habitantes, y alrededor de medio millón de creyentes del islam residen en Bangkok.Las caricaturas de Mahoma fueron primero publicadas por la prensa danesa y después reproducidas por diarios de otros países, aunque no por los medios de Tailandia, país afectado por un conflicto de origen islámico y separatista, que en las provincias musulmanas del sur ha causado más de 1.250 muertos en 25 meses.