El número de personas muertas en los atentados de anoche en el norte de Irak asciende ya a 250, mientras que el de heridos se eleva a más de 300, informaron hoy a Efe fuentes de la administración local de la ciudad de Tel Afar, cercana a donde se produjeron los ataques.

El general Nayim Abdala Yaburi explicó que los equipos de rescate todavía están excavando bajo los escombros de las explosiones causadas por cuatro camiones bomba en la provincia de Nínive, en lo que ya se considera como el acto de violencia más sangriento desde la caída del régimen de Sadam Husein, en abril de 2003. Sin embargo, Kifah Muhamad, director del hospital de Sinyar, la ciudad donde tuvieron lugar los atentados, aseguró a Efe que el número de muertos sobrepasa los 500 y el de heridos alcanza los 375.

Los ataques tuvieron como blanco la pequeña comunidad religiosa kurda de los yazidíes, una secta milenaria que data de 2.000 años antes de Cristo y que es considerada por los musulmanes como infiel por su supuesta adoración al diablo.

Las fuentes confirmaron que los atentados, perpetrados por suicidas que conducían cuatro camiones bomba cargados de combustible, tuvieron lugar en el complejo residencial "Al Yazira" y la aldea de Qataniyah, dependientes administrativamente de la ciudad de Sinyar.

Tropas estadounidenses están cooperando en las labores de rescate y desescombro, mientras que los helicópteros siguen trasladando a más heridos a los hospitales.

Todavía se desconoce la razón por la que los yaziríes fueron el objetivo de este atentado y la autoría del mismo, pero el Estado Islámico de Irak, una organización que acoge al grupo Al Qaeda en Irak, distribuyó panfletos recientemente en los que avisaba a esta comunidad de que serían objeto de ataques por no profesar el Islam.