"Es el momento de actuar", dijo ayer el presidente electo de EEUU, Barack Obama, en su discurso radiofónico de los sábados, antesala de los que, ya como presidente, ofrecerá desde la Casa Blanca. "Y como próximo presidente de los Estados Unidos, actuaré", añadió el demócrata. Acción, sobre todo en el ámbito económico, es lo que prometió Obama, que anunció a grandes rasgos el lanzamiento de un ambicioso Plan de Recuperación Económica que prevé la creación de 2,5 millones de empleos hasta el 2011 y construir los cimientos de una nueva economía más robusta.

Según declaró Obama, Estados Unidos afronta una crisis económica de "proporciones históricas", después de que este año se hayan perdido ya 1,2 millones de empleos, con el riesgo de una "espiral deflacionista" e indicadores económicos alarmantes. Por ese motivo, dijo Obama, es el momento de "actuar con valentía".

Su plan, cuyo equipo económico aún está ultimando, pasa por una gigantesca inyección pública en la economía para construir y reparar infraestructuras, invertir en educación, potenciar el sector de la economía verde y desarrollar nuevas tecnologías que permitan, al mismo tiempo, disparar la producción y luchar contra el cambio climático (coches más eficaces, energías alternativas...).

MODERNIZAR Pretende Obama, en definitiva, hacer de la necesidad virtud y aprovechar esta crisis para reorientar y modernizar la economía estadounidense.

Por eso, su plan va más allá de un paquete de estímulo puntual, por muy millonario que sea (los demócratas en el Congreso hablan de 140.000 millones de euros) y pretende ser un ambicioso proyecto concebido a medio plazo que toque muchos sectores. Es esta, sin duda, una de las prioridades del presidente electo. Por ese motivo, está previsto que el lunes anuncie su equipo económico.

Se da por hecho que el secretario del Tesoro será Timothy F. Geithner, el actual presidente de la Reserva Federal en Nueva York. Geithner es un veterano de Bill Clinton, con quien fue vicesecretario de Larry Summers.

Pero no es por esto que Wall Street se disparó cuando surgieron las primeras informaciones de su nombramiento. En su actual cargo, Geithner fue uno de los cerebros del plan de rescate financiero de Henry Paulson.

De hecho, en los procesos de salvar con fondos públicos Bear Stearns y AIG (y decidir no rescatar Lehman Brothers) Geithner fue una de las voces con peso. Su nombramiento es una apuesta continuista y centrista, como quieren los mercados. Junto a Geithner está previsto que viajen a Washington su mentor, Summers (como principal asesor económico de Obama), y Bill Richardson, el gobernador de Nuevo México que aspiraba a secretario de Estado y que al final será de Comercio, una figura clave por la idea de Obama de renegociar los tratados de libre comercio. Tres nombres más (Jason Furman, Peter R. Orszag y Austan Goolsbee) formarán el equipo económico. Todos ellos, así como el resto de nombramientos que ya se conocen o que se dan por seguros, tienen en común un perfil centrista y moderado y su experiencia en las dos administraciones Clinton.

Experiencia tiene Rahm Emmanuel, su jefe de gabinete, y John Podesta, que encabeza el equipo de transición.

También el asesor legal en la Casa Blanca (Gregory B. Craig, uno de los cerebros de la estrategia del caso Lewinsky ) y el general retirado James Jones, el excomandante operacional de la OTAN que es el favorito para asesor de seguridad nacional.

Hasta el momento, los pesos pesados del círculo de Chicago se limitan a puestos de asesores (David Axelrod, si abandona su lucrativo trabajo, y Valerie Jarrett) y a secretario de Prensa (Robert Gibbs).

ANTES RIVALES La experiencia y la moderación ya fueron los criterios con los que se eligió a Joe Biden (adversario en las primarias) como vicepresidente. Es el mismo caso, pero corregido y aumentado, de Hillary Clinton como secretaria de Estado. En esta línea de equipo de rivales está que Robert Gates, el actual secretario de Defensa, suene para seguir en el cargo, y que compita con otro republicano: Chuck Hagel. La elección de Tom Daschle (peso pesado del Senado, para Sanidad) y de Janet Napolitano (Seguridad Interior) reflejan otras dos prioridades: la reforma sanitaria y la delicada cuestión de la emigración ilegal.

RIESGOS DE LA ESTRATEGIA Eric Holder, el favorito para fiscal general (Justicia), simboliza los riesgos de esta estrategia política, ya que experiencia también significa un equipaje: Holder será atacado porque dio el visto bueno a la polémica amnistía de Marc Rich el último día de la Administración de Clinton.

Y es que muchos ya critican que tanto veterano de Clinton es poco cambio.